Créeme

Créeme cuando te digo que no me importa, cuando digo que no me afecta, cuando te digo que no te quiero, no me creas.

Créeme, pero no la hagas, cree en ti y no en mí, aunque nunca lo has hecho, para ti vivo entre las sombras.

Créeme si te digo que nunca te olvidaré o que me has marcado o que, esto más que un simple «te admiro».

Créeme que sonrío por dentro cada vez que te veo, aunque por dentro este sintiendo el mayor de los huracanes.

Créeme si te digo que he llorado por ti, de impotencia, por pensar tantas cosas y decirte tan pocas.

Créeme si te digo que, joder, me duele verte mal aún sin saber que es aquello que tanto te atormenta, y que me preocupo sin un día no apareces.

Créeme si te digo que no hay tantas coincidencias y que te busco desesperadamente por los pasillos en busca de una mirada fugaz.

Créeme si te digo que reconocería tu olor en cualquier parte del mundo, con los ojos vendados.

Créeme que si me brillan los ojos es porque mi corazón no soporta la intensidad de ternerte tan jodidamente cerca y, aún asi, estar tan lejos.

Créeme si te digo que me encanta tu mala hostia, me gusta la gente con carácter, me gustas tú.

Créeme si te digo que me das la vida y, al mismo tiempo, me la quitas.

Créeme si te digo que te odio, pero te quiero el doble.

B.

Un comentario en “Créeme

Deja un comentario